Si acabas de comprar un jamón curado en Granada no querrás estropearlo cortándolo de cualquier manera. Una joya de la gastronomía española como el jamón necesita un buen corte, que sea limpio y delicado, así como toda una serie de cuidados que te detallamos a continuación.

Aprender a tratar bien tu recién adquirido jamón curado en Granada se traducirá en toda una experiencia. Para empezar, deberemos colocar el jamón en el jamonero, con la pezuña mirando hacia arriba. Así, la parte de la maza del jamón quedará hacia nosotros. Es la zona donde encontraremos las lonchas más veteadas, los mejores sabores y aromas. Nos debería bastar teniendo a mano solamente un cuchillo jamonero, pero aprovechamos para recomendar empezar el corte con uno con la hoja más ancha y corta, denominado cuchillo deshuesador. Si estás aprendiendo es importante que la mano contraria a la que sostiene el cuchillo la mantengas por encima, algo que evitará posibles cortes.

Lo que parece tener claro todo el mundo es que el grosor de la loncha influye en el sabor. Con un corte demasiado grueso masticamos más carne, pero las papilas no llegan a saborear todos los aromas que pueden concentrarse en el jamón. Por eso, cuanto más fino sea el corte, mejor se podrá admirar el sabor de una buena pieza.

Como no es habitual que se termine un jamón en un solo día debemos conservarlo con cuidado. Hay que mantenerlo en una habitación fresca y seca, con una temperatura entre los 20 y los 25 grados. Para mantener la zona del corte guardaremos unas lonchas del tocino que quitamos al limpiar la pieza antes de empezar el corte, y las colocaremos encima de la zona que vayamos consumiendo para que ésta se mantenga. De esta forma se evita que se contamine con sustancias del exterior y se conservan todas las propiedades intactas.

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